lunes, 9 de julio de 2018

Infierno


Un querido afecto me pregunta si existe el infierno. Guardo silencio, no porque sepa la respuesta, sino porque me asalta la duda por saber de dónde saca mi querido amigo que yo tengo la respuesta a semejante duda. Pregunta si conozco el libro de la Divina Comedia. Le digo que sí, y aprovecho para confesar que no terminé de leerlo, porque me extravié en sus versos. Pone cara de asombro, ignoraba que fuera un poema, y no una novela. Le aconsejo busque el libro y salga de dudas, y de paso lea lo dicho por Dante sobre el infierno.

Más tarde, mientras camino por las derruidas calles de la ciudad, no dejo de pensar en el averno, y por añadidura en el demonio. Recuerdo mis días de infante, de cuando iba “a la Rodulfo”, donde dibujaba y dibujaba en alguno de mis cuadernos a satanás, también a momias maditas, fantasmas, vampiros, duendes, hombres lobo, y demás “criaturas malignas” (y a El Santo y El Llanero Solitario), lo que me llevó más de una vez a la dirección de la escuela, donde mi madre tenía que chutarse las quejas mientras me advertía del infierno que me esperaba en casa, en forma de chancla o zapato. ¿Me corregí? Maomeno.

Años después dilapidé a mansalva el tesoro de la divina juventud, y el infierno se transformó en algo distinto, más llevadero, más consciente, y fue inevitable “vender” cachitos de mi alma al diablo, a sabiendas de que, más tarde que temprano, me cobraría las facturas.

Hoy, en la edad adulta, cuando mi afecto me pregunta sobre el infierno tan temido (albures aparte), busco en mi cabeza y no hallo respuesta, ni siquiera la certeza de que exista un lugar semejante donde la humanidad nos reunamos para arder a fuego manso, eternamente. No hay que morir para tener noticias del infierno, que valga la mención, ahora me resulta algo personal e indivisible. La pregunta tal vez sería: ¿Conozco mi infierno? ¿Mis monstruos?

Hoy el miedo a las momias, fantasmas, vampiros, duendes, hombres lobo, y demás “criaturas malignas”, han sido reemplazados por los grises, los reptilianos, los marcianos, las invasiones alienígenas, los raptos en naves extraterrestres, los “híbridos” (mitad humano mitad alienígena), la rebelión de las máquinas y por el robo de tus archivos "íntimos" de guasap o feisbuc.

Hoy, inicio de semana y de vacaciones, intente usted escribir su definición de infierno, o el nombre de sus demonios (o ambas cosas). Le aseguro que la experiencia será interesante.

1 comentario:

  1. Por mejores infiernos mi máster. Seguimos navegando en Las avenidas de la muerte...

    ResponderBorrar