sábado, 18 de junio de 2016

Sompopo


El ciclón tropical Uno-E llega hasta el territorio libre de los hijos de la Escocia chiapacorceña para despertar a las hormigas aladas. Un ejemplar se estrella contra el espejo. Mi MiniMi anuncia el hallazgo: “¡Es un Nucú!” Corremos al patio esperando encontrar el tanque lleno de Chicatanas, pero está vacío. Conclusión: el espécimen dentro de casa se despistó. MiniMi, contrariado, pregunta: “¿Por qué tiene alas el Nucú?”. Bebo café para no contestar lo obvio; MiniMi no aceptará un “para volar”. El Nacasmá, necio, rebota de vuelta en el espejo, el foco y el suelo. MiniMi aprovecha para abonar otra duda: “Si tiene alas es porque va a alguna parte… ¿a dónde?”. Bebo más café, otra obviedad me asalta; MiniMi no aceptará un “¡para ir hacia la luz!”. Algo es verdad, ignoro a dónde carajos van las arrieras voladoras. MiniMi, impaciente, remata: “¡¿Por qué tienen alas, pues?!”.

A bordo del Conejoblues, me pregunto, ¿a dónde chingaos van? Las especies aladas son parte del equilibrio natural (igual a las marinas y terrestres), pero las lluvias han mermado y el Tzitzin ha retrasado su aparición; cada vez hay menos. El “efecto Nucú”, insignificante para mis vecinos de la rivera, podría ser un desastre al otro lado del mundo. ¡Carajo! Soy aprehensivo y ésta aflicción me lleva a recordar cuando tenía la edad de MiniMi, y solo me preocupaba por atrapar Zompopos culones para comerlos. ¿Y las alas?, desaparecían sobre el comal, al atizar mi abuela el fuego en el anafre. Volaban hasta extraviarse, o eran abrasadas por el fuego.

¿Hacia dónde vuela el Tzín-Tzín? Hoy me entero que vuela aleatoriamente, asegurando su conservación una vez al año al criar “reinas aladas” por millones, las cuales salen a la superficie al mismo tiempo que los machos, para aparearse. De esos millones lo conseguirán miles… o cientos, el resto será alimento de animales (¿mú?). Si supone que al Nucú le fascina el brillo de la luz, probablemente se equivoque. La situación es más compleja de lo que imagina. Como usted sabe la luz es energía (frecuencia de onda y partícula), y al atravesar moléculas de agua éstas emiten una vibración que atrae a los insectos. No es la luz propiamente dicha, sino el “sonido” la que “excita” a las Chicatanas (y demás insectos), llevándolas a congregarse y aparearse.

Tengo más respuestas sobre Zompopos. ¿Quién tiene las preguntas?

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