Sábado por la
mañana. Arriba del taxi colectivo estamos tres
tristes trogolditas*, embutidos en el asiento trasero. Adelante un chico
menudo pero atlético, batalla con un hato de vendas amarillentas que amenazan
con salirse de la mochila. El chofer, vecino conocido por obra de la costumbre,
le pregunta: “¿Idiay? ¿A poco ya te estás preparando para el jalouin?” “¡Que ya momia!”, volea
trogoldita uno. El muchacho apenas ríe, tímido, luego aclara que las vendas son
para entrenar. "¿Quéntrenáspué?" “Box”,
contesta el chico. “¡A burro! –acota trogoldita dos –, ¿quién sale tan temprano
para que lo jodan? No chito, cambialo tu deporte”. Trogoldita uno: “¡Dejalo vooos!
¿Qué te importa si lo joden? Es su gusto pué”. El chofer le pregunta en qué
peso boxea.
“Wélter junior –contesta, tímido –, tengo 16 años, mi entrenador
dice que me va a probar en wélter ligero”. Se hace un breve silencio. Yo,
trogoldita tres, aprovecho para recordar cuando a esa edad me veía jugando en Primera
División. El semáforo cambia de rojo a verde. Trogoldita uno rompe el silencio:
“Usté barraco, porque vasacer chingón”.
“¿Sos rudo o técnico?”, indaga trogoldita dos. Reímos todos. “¡Veee! ¿Acaso es lucha pué?”,
revira don chófer. “¿Y a
quién le vas en el box?". “Al Canelo”, responde. Otra vez el silencio. “Bajo en INDEPORTE”,
advierte el muchacho. Los trogolditas no lo decimos pero tenemos ganas de preguntarle
su nombre, no el de bautizo sino el de boxeador. Se baja dejándonos con la
incertidumbre.
“El barretero de Cupía”, digo en voz alta. “Kid Parachico”,
abona don chófer. “El Chuntá del Río Grande”, dice trogoldita dos. “¡Umm vooos!
–reclama trogoldita uno –, mejor Kid Arrecho… El Orgullo del Grijalva… No sé…
Oiga don, igual y estuvimos hablando con el próximo campeón del mundo, y lo
trajo usté arriba de su taxi. ¡Fuéramo a verlo pelear! Todo el
fraccionamiento apoyándolo, porque alguien así merece ser campeón, ¿o no,
vecino?” Yo, emocionado, pienso en voz alta: “Mientras haya hambre, habrá boxeo”.
Trogoldita uno y dos, y don chófer, se me quedan viendo, luego cada uno me
castiga con el látigo de su silencio.
*Trogolditas, hombres de pozol blanco y de cacao, parientes cercanos de los Trogloditas.
*Trogolditas, hombres de pozol blanco y de cacao, parientes cercanos de los Trogloditas.
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