lunes, 6 de junio de 2016

Tiempo


En el relato de Voltaire, titulado “El enigma”, el Gran Mago planteó esta cuestión:

—¿Cuál es, de todas las cosas del mundo, la más larga y la más corta, la más rápida y la más lenta, la más divisible y la más extensa, la más abandonada y la más añorada, sin la cual nada se puede hacer, devora todo lo que es pequeño y vivifica todo lo que es grande?

La respuesta se revela en el siguiente párrafo, pero antes les cuento: hace algunos años decidí no envejecer más. Sí, aunque usted lo lea y no lo crea. No envejecer permite ver el entorno a otra velocidad, sin preocuparse por el pasado o el futuro. No envejecer permite grandes comodidades, transforma las desventajas en ventajas. Le permite aceptar lo que le rodea en su justa medida; no más vasos medio vacíos o medio llenos: a la mitad. No envejecer ayuda a desechar pretextos y a nutrirse de argumentos, anima a viajar, a distraerse, a sorprenderse por la lluvia que moja sin angustiarse por la ropa, porque importa más sentirse vivo. Se tiene el miedo natural, no el fabricado. El tema es usted y no el narcotraficante de moda, el político de siempre o los críticos de internet. No envejecer lleva a compartir asombros con quien usted desee, sin urgencia por cuidar poses, ideologías o modas. Es usted libre porque no juzga, porque se ocupa de hacer lo que a usted le gusta. No envejecer le ayuda a descubrir que las cosas solo son eso: cosas, y puede prescindir de ellas cuando decida. Quizá en el tránsito por esa atemporal libertad alguien le diga aburrido, mamón, falso, oficialista o pendejo. Si su ego se encuentra sereno y no siente agravio alguno, entonces ha dejado de envejecer, es libre.  Disfrute del tiempo que le toca existir. Construya, inspire, arda, goce… viva. Momento y Recuerdo van agarrados de la mano porque se saben Instante y Memoria, eclosión lógica, atómica y única.

Luego de este choro mareador, les dejo el final del breve relato de Voltaire:

―Nada es más largo, agregó Zadig, ya que es la medida de la eternidad; nada es más breve ya que nunca alcanza para dar fin a nuestros proyectos; nada es más lento para el que espera; nada es más rápido para el que goza. Se extiende hasta lo infinito, y hasta lo infinito se subdivide; todos los hombres le descuidan y lamentan su pérdida; nada se hace sin él; hace olvidar todo lo que es indigno de la posteridad, e inmortaliza las grandes cosas.

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